Hoy en día, los riesgos que presenta la nutrición en la sociedad y cada etapa de la edad se incrementan con las restricciones alimentarias abusivas que inducen principalemnte a la mujer a tener la imagen de “modelo de pasarela”.
Entonces a lo largo de su vida, la mujer presenta ciertos riesgos de carencias nutricionales y micronutricionales; para lo que debe poner minuciosa atención en alimentarse bien, una nutrición que contengan vitaminas y minerales; por ejemplo, sumamente importante mantener un buen aporte de calcio, así evitar en edades posteriores la aparición de osteoporosis.
Consumir diariamente agua pura, ya que nuestro cuerpo esta compuesto de ese líquido para el buen funcionamiento de nuestros órganos; hacer ejercicios, meditar y cultivarse emocionalmente, todo eso le llevará de la mano a una vida sana y saludable.
Muy necesario consumir aminoácidos en cantidades suficientes para una salud óptima y así entre otros problemas evitar la sarcopenia (pérdida degenerativa de masa muscular y fuerza, al envejecer o al llevar una vida sedentaria) en edades tempranas.
Etapas en las que podría perder nutrientes:
El primer período sensible de la vida de la mujer es la pubertad, los primeros ciclos menstruales provocan incertidumbre, dolor, fatiga e irritación.
Luego en la etapa en que la mujer está embaraza es también muy particular, pues necesita atención especial para si misma, además prevenir el buen desarrollo embrionario y la futura salud del bebé, por lo que aumentan las necesidades de hierro, omega 3 y probióticos con función inmunitaria.
Luego vendrá la menopausia, es cuando la mujer padece ciertas modificaciones fisiológicas que pueden generar estrés, malestar físico (sofocos) y aumento de peso, que generalmente sobreviene en la región peri-abdominal, aumentando así los riesgos de enfermedades cardiovasculares. En la mujer la mortalidad cardiovascular es dos veces menor que en el hombre, pero ante los riesgos del sobrepeso son los mismos en ambos: obesidad, diabetes, cáncer, riesgos de fracturas, etc.
Llegamos a la “cuarta edad”, es cuando los riesgos de desnutrición y sarcopenia se incrementan y van asociados a bajo nivel cognitivo e inmunitario. Las personas en esta edad, deben seguir una dieta rica en nutrientes, en aminoácidos y realizar ejercicios tres veces por semana.
Ni recomendaciones, ni pautas son eficientes, si no se acompañan de una labor de educación, que enseñe, motive y justifique el beneficio de prácticas nutricionales y actitudes sanas que promuevan la salud ,así como el propio convencimiento de la mujer y en su núcleo familiar de incentivar el consumo de todos los grupos de alimentos en proporciones y cantidases adecuadas, haciéndo énfases en cuales son los alimentos que no son nutritivos y más bien coadyuvan a una mala nutrición, como lo son las grasas insaturadas, las bebidas gaseosas y otros alimentos bien conocidos.
También podría interesarte:
